Aquí estoy. Pantalla, teclado y ninguna idea en particular en la cabeza (que raro). Pero he decidido ponerme a escribir. Es hora de darle algo de vidilla al blog, que se me muere de aburrimiento, como si fuera un helecho al que hace semanas que no riego.
Lo sé, las últimas entradas no valen un pimiento, pero es que no doy más de mí. Que si los exámenes, el calor, las pocas ganas de nada y no sé... yo.
Ah! el calor. Ha vuelto. Ya es verano otra vez y eso me asusta. No el calor en sí, sino el hecho de que ya esté aquí otra vez. Si parece ayer cuando escribí el post del comienzo de las vacaciones del 2005, con foto de mojito incluída. La foto del mojito de la cena de despedida de la gente de clase y sin embargo amigos en casa de Ana y Sara.
Y es que para mí hay varios signos evidentes de la llegada del verano y las vacaciones:
- El calor, que ya he nombrado unas 15 veces hasta ahora. Cuando estoy escribiendo en mi ordenador y noto unas gotitas chorreando por mi espalda, es signo evidente de que hace un calor de narices.
- Exámenes. Lo peor, sin duda. El estrés y el sentir que llevas una piedra atada al pie que no va a soltarse hasta que termines el último y salgas del aula más feliz que una perdiz. Todo hasta que ves las notas y compruebas que aún no te has librado, que en septiembre te va a tocar volver a atarte el pedrolo al pie.
- La cena en casa de Sara y Ana. Este año ha sido comida. Así lo decidieron sus vecinos. Y lo que dicen los vecinos va a misa. Pero este año sin duda ha sido un poco más "triste" el hecho de despedirse porque el año que viene hay quien ya no estará en la ciudad, por un buen motivo, desde luego, ya se ha licenciado. Pero notas que ya no será lo mismo, que falta alguien. ¡Y eso que casi no nos hemos visto este año!
- El signo definitivo: no es verano hasta que no empieza el GRAN PRIX DEL VERANO con Ramón García en TVE. ¿Qué sería de esas calurosas noches sin ver a los de Villa Arriba y Villa Abajo compitiendo por ver quien se paga más leches en los "troncos locos". Una prueba, por otra parte, copiada de los japoneses de Humor amarillo (Takeshi's castle)...
- La canción del verano. Cada año peor ¿Qué le vamos a hacer? El Opá voy a hacé un corrá es el más de lo más en canción cutre y chabacana. Lo dicho, que vamos para atrás. Y a todo esto... ¿Por qué la nueva canción de la triunfita Edurne suena igual que cualquier canción de Rafaela Carrá? ¿Lo habéis notado? De verdad que cada vez que la ponen en la radio me la imagino con unos bailarines en mallas rosas detrás de ella, y Edurne moviendo la melena arriba y abajo. Serán cosas mías.
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