26 febrero 2006

No sé qué título poner a este post.

Aquí estoy otra vez escribiendo, doy fe de que sigo viva. Lamento no haber actualizado en tantos días pero es que he llevado una semanita que no me ha dejado ni un rato de descanso. Tengo un horario infernal.
El martes pude hacer un examen de los no sé cuantos que me he saltado debido a mis múltiples achaques inoportunos. Concretamente fue Periodismo de investigación. Ahora como para no aprobarlo.
También el martes conseguimos una entrevista para el programa de radio con Ismael Serrano. Alucinante el nivel que estamos alcanzando, ¿quién será el próximo? Yo apuesto por los Rolling Stones. Tampoco es que Ismael Serrano me apasione, pero está bien entrevistar a gente popular.

El viernes fui a cortarme el pelo y lo cambié de color. Tampoco es que me he pasado, solo un poco más claro. Mi teoría es que se empieza así y al final acabamos todas rubias y con mechas. Y si no, tiempo al tiempo.
El caso es que para empezar una vida nueva hay que cambiar de imagen porque así no te recuerda a tu antigua vida. Y ya estaba cansada de ver el mismo careto delante del espejo. Aunque el resultado todavía no me convence, por eso de momento no pongo fotito. Estoy deseando cambiar esa de “About me”. Que me la hice hace un año.

Por lo demás no tengo grandes cosas que contar, es una tarde gris, llovizna… ¡por fin! y cuando los días están grises una se apaga también un poquito. Al menos a mí me pasa. Me gustaría que lloviera uno de esos chaparrones con rayos y truenos de los que no se ven por aquí en muchos meses. Me encantan las tormentas. La última fue este verano y justamente me pilló una tarde que salimos a merendar Ana, Sara y yo y nos tuvimos que quedar en el piso hasta que vino mi padre a buscarme con el coche porque las calles de El Carmen eran un río. También es mala suerte que para un día que quedamos… ya no ha vuelto a llover así. Tendremos que quedar más.

Bueno, ya he escrito otro de esos post en los que no cuento nada porque cuando empiezo a escribir no sé de qué voy a hablar.
He empezado a leer “La sombra de el viento”. Debo ser la única que no lo ha leído. De momento me está enganchando. Eso sí, ayer me pasé la tarde como una tonta enganchada a Los Sims 2. Tengo un lío de gente muy grande.
Hasta luego.

16 febrero 2006

¡Primer aniversario!

Cuando decidí crear este blog no tenía muy claro como iba a ser, ni qué contenidos tendría, si me cansaría pronto por falta de ideas o porque no lo visitaba ni la familia (vale, la familia no lo visita, es triste, si, pero me da igual).
El caso es que hoy 16 de febrero de 2006 DIARIO DE UNA ESTUDIANTE DE PERIODISMO cumple su primer añito y estoy muy contenta porque he sabido seguir un proyecto que comencé así sin saber muy bien porqué y que me ha ayudado a conocer gente, a expresarme mejor, a escribir y que otras personas lo lean y lo que es mejor, que les guste. Y eso al fin y al cabo sirve también para aumentar una autoestima, que muchas veces se tiene por los suelos. Nada mejor que entrar y leer algún comentario en el que alguien a quien no conoces (o si) te anima a seguir escribiendo porque le gusta leerte. Es una sensación estupenda.
Así que aquí voy a seguir una temporada más, a ver si llegamos a cumplir los dos añitos todos juntos.
Hasta pronto.

13 febrero 2006

Mi vida es un power point (*)

(*)Frase que he escuchado hoy en clase a Escriche, un compañero, y con la que me identifico. Además, ha conseguido hacerme reir por primera vez en mucho tiempo.
Es que llevamos todo el día viendo presentaciones en power point en cada clase. Bill Gates debe estar contento.


Vale, os hago caso. Acabo de terminar mi ritual con velas, ramitas de romero, plumas de avestruz y sangre de tritón para alejar los malos espíritus y me dispongo a comenzar una nueva vida llena de optimismo. Se acabaron los malos rollos, el pesimismo y la depresión.
Hoy he vuelto a retomar las clases: empiezo el segundo cuatrimestre con energía. Seguramente porque no me he tenido que levantar a las 7 de la mañana. Ya es mucho. Eso siempre da alegría.
En cuanto a las clases, pues, lo de siempre a primera hora con Historia del periodismo, en la que nos han puesto un NO-DO, uf, demasiada diversión para empezar la mañana.
Después he asistido al Taller de escritura poética. Me ha dado la impresión de que ese no era mi lugar. Más de una vez he pensado ¿pero que estoy haciendo yo aquí?. Pero he resistido y creo que puede estar bien. Para empezar no hay examen y eso es bueno. El profesor parecía de manual: típico docente universitario con chaqueta de pana y jersey de cuello alto. Un estereotipo en toda regla.
Y para rematar, me he pasado de 17 a 20 horas metida en clase de Gabinetes de comunicación en la que durante toda la primera hora el profesor nos ha metido el miedo en el cuerpo, para luego, en la segunda decirnos que era coña, que de todo lo que había dicho antes, nada. Y en la tercera, debate.
Por lo menos somos pocos en clase y nos conocemos casi todos. Una manera como otra de pasar la tarde y tampoco hay examen. Pues bien.
Ah, y para rematar el lunes, email semanal del friki. Lo mismo de siempre. Sigue siendo el tipo más patético del mundo, pero él no lo sabe. Alguien debería decírselo, pero no voy a ser yo (a menos que lea esto).
Pd. El programa de radio UN MUNDO APARTE cambia de horario: martes de 21 a 22 horas. Ya podéis escucharlo aquellos que llegáis tarde a casa en www.upv.es

11 febrero 2006

Como hemos cambiado

Tenía pensado actualizar el blog con otro tema, ya que mis fans me piden material nuevo para leer, ejem… pero ha sucedido algo que me ha hecho cambiar de opinión. Para entender la historia os pongo en antecedentes:
Desde que tengo memoria he tenido una amiga. Antes de ir al colegio incluso, ya jugábamos juntas en casa de una o de la otra porque nuestras madres eran vecinas y nosotras solo nos llevamos nueve meses, por lo que siempre nos tuvieron juntas.
Éramos prácticamente almas gemelas, nos veíamos todos los días y lo que pensaba una lo pensaba la otra. Era mi mejor y casi única amiga, sin contar con las compañeras de clase, porque no fuimos al mismo colegio.
Todo fue genial hasta que a los trece años empezó a ir con otras amigas y a distanciarse de mí, hasta tal punto que me operaron y no vino ni siquiera una vez a verme.
A partir de ahí nuestra amistad se enfrió, sin llegar a discutir nunca, pero nos distanciamos tanto que al final ya fuimos dos completas desconocidas. Y encima esto ocurrió en una de las perores épocas de mi vida en que cambié de colegio y luego empecé el instituto sin amigos durante varios años. Años de tristeza y soledad. Me dolió mucho esa traición y tardé años en recuperarme. Pero el tiempo lo cura todo, eso sí guardando un poco de rencor.

El caso es que hace meses me enteré de que mi amiga se había quedado embarazada. Me chocó la noticia pero casi me fue indiferente.
Esperaba el bebé para finales de marzo, pero hace un par de semanas tuvo problemas y acudió a urgencias donde la atendieron al borde de la muerte, a punto de desangrarse. El niño, prematuro también ha tenido complicaciones.

Cuando supimos que ya estaba ella en casa, mi madre llamó a la suya para darle recuerdos de nuestra parte. Al día siguiente, su madre nos llamó para agradecernos de su parte la llamada y me dijo que estaba muy emocionada y que en cuanto el bebé saliera del hospital, yo sería la primera a quien visitaría.

En fin, que toda esta historia me ha hecho pensar en todos estos años que no nos hemos visto, y tal vez este hecho tan desafortunado pueda tener algo bueno: volver a unir a dos amigas que se querían como hermanas.
Nunca le he deseado nada malo, pero me hubiese sentido fatal si le hubiese pasado algo sin tener la oportunidad de “hacer las paces”.
Quizás ahora me de su teléfono y podamos vernos de vez en cuando…

Toda esta historia queda perfectamente resumida, casi hecha a medida de esta canción de Presuntos implicados:

Ah! Como hemos cambiado /Que lejos ha quedado aquella amistad.
Así como el viento lo abandona /Todo al paso, así con el tiempo /Todo es abandonado; /Cada beso que se da, alguien lo abandonará.
Así con los años unidos a la distancia,/ fue así como tu y yo perdimos la confianza y cada paso que se dio, algo más nos alejo.

Lo mejor que conocimos separo /Nuestros destinos que hoy nos /Vuelven a reunir, tal vez si tu y yo /Queremos volveremos a sentir aquella /Vieja entrega.

Ah! Como hemos cambiado que lejos /Ha quedado aquella amistad. /Ah! ¿Qué nos ha pasado? /Cómo hemos olvidado aquella amistad.
Y así como siento ahora el hueco que has dejado /Quizás llegada la hora, vuelva a sentirte a mi lado /Tantos sueños por cumplir, alguno se ha de vivir, si.
Fallas 1985.
Curiosamente, la única foto que tenemos juntas en 10 años de amistad. Yo soy la de la izquierda.