Hoy hemos entrado en mi mes favorito: abril. En abril pasan muchas cosas interesantes. Por ejemplo, se acaban definitivamente las Fallas, que si no pasa nada, no vuelven hasta el año que viene y se agradece. En abril no hace frío, pero tampoco calor y puedes salir a la calle sin la molesta chaqueta, que si hace calorcito tienes que llevarla en la mano, que si entras a un sitio tienes que quitártela y colgarla en algún perchero o silla... total que estamos de cargar con la chaqueta hasta el pirri. Pero tampoco hace falta llevar manga corta, que en mi caso lo prefiero.
En abril los días duran más y puedes aprovechar la tarde para dar un paseo o tomar un poco el sol.
El aire huele diferente. Se huele la primavera. Es un olor inconfundible que solo se percibe en este mes y el que viene.
Además tenemos dos semanas de vacaciones gracias a la Semana Santa y Pascua. Comemos los alimentos típicos de esas fechas: la mona de pascua, el "panquemao", chocolate a la taza... ¡qué recuerdos de niñez!.
Y como no, abril es el mes del libro: 23 de abril día del libro. Se montan las casetas de ventas de libros en los Jardines de Viveros. Es una gozada pasear por allí y venirte a casa con algún libro en el bolsillo deseando llegar a casa para empezar a leerlo, o disfrutar de él en la terracita de un café.
Pero en abril vienen también las alergias con esto del polen. Dicen que el amor está en el aire... no, es el polen. A los alérgicos ya les pueden decir misa que por muy bonita que sea la primavera y los pajaritos canten y florezcan los geranios, el polen los deja hechos polvo.
A mí no me había afectado nunca, pero este año, al no llover está el ambiente cargadito y tengo una especie de conjuntivitis que no me deja abrir los ojos y además unas ronchitas rojas en el cuello que me pican.
A ver si se cumple el refrán de "En abril aguas mil" y se limpia un poco el aire.
Por lo demás, disfrutemos de la primavera, que solo dura tres meses y se hacen muy cortos. Pronto llegará el bochornoso verano que tanto odio y con él los exámenes finales y las eternas vacaciones.
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