El mundo está loco

Es verdad, el mundo está loco y a las pruebas me remito. Empezaba la semana ya con malas noticias: Las Ketchup nos representarán este año en Eurovisión. Vale, yo no es que sea muy fanática de este festival, aunque si estoy en casa lo veo por puro aburrimiento y por criticar a los que salen (yo no soy de mucho criticar, ya lo sabéis...ejem).
Lo que no me gusta del tema es que ya llevamos muchos años haciendo el ridículo en Europa. Nos toman a cachondeo y no es para menos viendo a las tres mozas que nos representaron el año pasado, unas tal Son de sol, de las que, por suerte, nunca más se supo.
Digo yo, que puestos a hacer el ridículo, por lo menos que sea con gracia y mandamos a algún tipo al más puro estilo Alf Poier, ¿recordáis?, aquél que representó a Austria hace unos cuatro años, que era payaso y que fue únicamente a hacer el ídem.
Lo que nos reiríamos. Y si no, qué narices: ¡¡IDAIRA A EUROVISIÓN!!

Por otro lado, en clase, hablando con dos compañeros, aluciné en colorines cuando cambian de conversación y empiezan a hablar entre ellos de las notas que han sacado en una asignatura (Sara, ya te diré quienes eran y no te extrañará lo que voy a decir). El caso es que empiezan a decir que están hartos de sacar dieces y matrículas, vamos, que es casi una putada que te pongan un 10, y yo pensando:
- Jo, tía, tu vida debe ser superdura, osea... que mal. Un diez, no imagino destino peor.

Lo dicho, que el mundo está loco.