Todo lo bueno se acaba y las vacaciones no son una excepción. Muestra de ello es que ya estoy de nuevo en Valencia, capital del viento de poniente que te mata de agotamiento o/y asfixia.
Echo de menos Andorra en algunas cosas.
Por ejemplo, he pasado de dormir con mantita y edredón a dormir con el aire acondicionado hasta las 6 de la mañana.
Echo de menos las excursiones y no saber donde ni qué vas a comer ese día. Si te van a timar en el restaurante y te van a cobrar 48 euros por tres menús del día o si va a ser la mejor comida del año en el restaurante con mejores vistas y mejor trato de tu vida.
Lo que está claro es que no iba bien equipada en cuanto a ropa. Quién podía esperar que al subir en el funicular a las pistas de esquí (sin nieve) nos íbamos a poner en 3ºC de temperatura. ¡Ni en los peores inviernos valencianos! Y yo con una triste sudadera...
En el funicular, antes de congelarme. Se nota que no sabía donde me metía.
No, no me resfrié, pero me duelen las piernas muchíiisimo.Creo que es de tanto subir y bajar cuestecitas y escaleras. Y es que Valencia es plana y una no está hecha para subir y bajar montañas.
Lo que más me gustó fue la excursión al Santuario de Meritxell donde me infiltré entre unas monjas que llevaban un guía y me enteré de toda la historia del lugar. Y ni tuve que rezar ni nada.
Santuario de Meritxell
Lo bueno de Andorra también es que aunque es otro país no hace falta saber idiomas. Con saber hablar valenciano - catalán llegas a todas partes. Hasta se me pegó el acento. "Bona tarda, si us plau una taula per a tres". ¡Qué grande es saber idiomas!
Ahora, mientras estudio por las tardes Producción de diarios y revistas se me van los pensamientos que no paran de dar vueltas a dónde puedo ir el año que viene para salir de la rutina. Pero esta vez quiero un viaje de verdad, en condiciones. Viene a mi cabeza París. ¿Quién sabe?
3 comentarios:
Pues en Londres he pasado un frío de cojones y a la vuelta me he querido morir. Tres semanas con chaqueta, bufanda y manga larga, me tuve que comprar mucha ropa. No me he resfriado por los pelos, pero tampoco he echado de menos el calor de esta zona. En fin, que creo que soy demasiado "inglesa". Ya te contaré. Interesante crónica la tuya, sí señor.
pues anímate, que París es preciosísimo!!!! besos, y suerte con tus exámenes.
He llegado a este blog buscando informacion sobre la mejor serie comica de todos los tiempos junto a Rossane. Allo Allo.
Como es un poco tarde comentarte la entrada pues solo decirte que a mi me pas lo contrario, soy catalan, y desde hace años vivo en la comunicat valenciana (alacant) para mas señas y nunca crei que se pudiera pasar tanto calor. Yo que me veia con mi casita en los pirineos y si me descuido termino midiendo piramides, cagon to.
En fin, un abrazo y felicidades por el blog
Oscar
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