Tengan cuidado ahí fuera. Con esa frase despedía cada mañana a sus agentes el sargento
Esterhaus antes de que salieran a patrullar las peligrosas calles de una ciudad norteamericana cualquiera, ya que nunca se especificó en la serie en qué ciudad se encontraban (una cosa como Los
Simpson y
Springfield).
Canción triste de Hill Street se emitió entre 1981 - 1987, aunque supongo que en España la vimos unos añitos más tarde o se repuso en algún momento, porque no creo con con 6 ó 7 años que tenía yo en el 87 pudiera recordar gran cosa... Lo que sí recuerdo son esos dos rombos que ponían al inicio y que tanto nos fastidiaban: "oh, oh, dos rombos, niños, a la cama". Eran otros tiempos.
El caso es que fue una de las primeras series de policías en una comisaría y era una novedad ver la triste vida de aquellos que dedican su profesión a cazar a los malos.
Envuelta en una atmósfera gris de calles húmedas y policías vestidos de vagabundos (había uno, sí, y mordía), nos dejaba el amargo sabor de boca de aquellos que patrullan las calles más cutres de la ciudad y se encuentran a todo tipo de fauna urbana.
De hecho, el título de la serie original es "Los azules de Hill Street" por aquello del uniforme, pero aquí se tradujo como "Canción triste" seguramente por lo del blues. En mi opinión, prefiero que se tradujera así porque Los azules de Hill street me suena muy chungo.
Además la propia sintonía de la cabecera nos lo evoca. Una de las mejores bandas
sonoras de series
policíacas de todos los tiempos.
En definitiva, en esta serie no había buenos ni malos entre sus protagonistas. Eran personas normales con sus defectos y virtudes, que pueden acabar
alcohólicos o sucumbir a algún soborno si tienen una mala racha. Personas que tenían que encontrarse con lo peor de la sociedad todos los días: bandas callejeras, ladrones, prostitutas y chulos... Algo que aquí veíamos muy lejano, como algo que solo pasa en las películas o en las calles americanas, sin saber - inocentes nosotros -, que estábamos contemplando nuestro futuro.