Mi diario

SE ACABÓ EL VERANO...

No soy Minerva Piquero, pero me temo que el verano tiene los días contados. Y tengo pruebas de ello:

Para empezar hoy ha estado lloviendo toda la noche - que ya era hora - y ha refrescado. Hoy puedo escribir en mi habitación en el ordenador que está junto a la ventana, notando una ligera brisa fresquita. Ya no he encendido el ventilador.

Otra prueba es que ya tengo sobre mi escritorio la matrícula para este curso (4º de periodismo). Y no me ha gustado nada lo que he visto. ¡No y mil veces no! me niego en rotundo a entrar todos los días a las 8 de la mañana, mi cuerpo no está preparado para eso. Después de la vidorra que me pasé el curso pasado y después de tres meses de vacaciones levantándome a las 11. ¿Dónde hay que reclamar? Y lo que es más, ¿qué significa eso que pone en la matrícula de elegir horarios si no tienes más narices que elegir lo que te ponen ahí? Es decir, si el horario que pone es de 8 a 9:30 lo tomas o lo dejas, como las lentejas. Y si no te conviene, pues no vayas a clase.

Jo, estoy de mal humor. Llevo un día aburridísimo. Me he pasado toda la tarde pasando archivos antiguos de un blog a otro y estoy hasta el moño. Como para que luego no los vaya a leer nadie. Que es lo más normal por otra parte.

Al menos me ha servido para leerlos yo y recordar cosillas.

También he aprendido a colgar audios desde la web de la universidad. No es difícil. Poco a poco se me va despertando mi cabeza aletargada de las vacaciones y voy pillando nuevos conceptos.

Espero que sea una buena señal para el curso que inminentemente empezará el día 26.

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